Regreso a Katmandú

Saludos desde Katmandú.

Ayer por la mañana, cogí un vuelo de Batik Airways de Denpasar a Kuala Lumpur, y allí cambié a Malaysia Air con destino a Katmandú. Llegué sobre las 10 de la noche hora local. 

Toni de España llegó justo antes que yo y estaba esperando en el vestíbulo de nuestro hotel en el centro de Katmandú. Fuimos a tomar una cerveza por la noche para ponernos al día. 

La semana pasada os hablaba de la ceremonia de Melasti, que tenía lugar justo al lado de nuestra oficina en la playa. No se permitía la entrada a turistas, pero conseguimos un pase. Si te lo perdiste, puedes ponerte al día aquí. O ver el vídeo de YouTube aquí.  

Esta mañana fuimos a ver a nuestro encantador agente de envíos, el Sr. Padam. Nos ha dicho que nuestros pedidos de la última visita se están enviando ahora mismo... y mientras avanzábamos para visitar a otro de nuestros proveedores, hemos visto cómo cargaban nuestros productos en un camión... Toni, que tiene mucha energía, se metió para ayudar a cargar. Estoy un poco cansado del viaje, y Toni tiene un desfase horario importante, pero es estupendo estar de vuelta en Nepal, y la gente se alegra mucho de vernos y nos da la bienvenida. El laberinto de callejones y callejuelas que es Thamel, donde viven muchos artesanos del regalo, es como una tierra de oportunidades; puede pasar cualquier cosa.

Después de la ceremonia de limpieza de Melasti de la que os hablé la semana pasada, subí a Ubud para ver el magnífico desfile de Ogoh-ogoh y el espectáculo dramático... Fue épico. La ciudad estaba abarrotada y, entre fuegos artificiales, incienso y espectáculos de luces, los monstruos eran transportados por las calles por jóvenes con una energía descomunal. 

Después de la emoción, registré al hotel local porque a las 9 pm. ya empiezan a cerrar todas las carreteras y se apagan las luces, antes del Día del Silencio, que comienza a las 6 am. del día siguiente.

Durante este período, después del Ogoh-Ogoh y antes del Día del Silencio, se celebran misteriosas ceremonias secretas en templos ocultos. Lo sé porque hace cuatro años, durante la pandemia, estuve aquí con nuestro chico Bondhan y su esposa Debbie, alojados en el mismo hotel.

En el momento de la pandemia, el desfile del Ogoh-Ogoh se había cancelado, pero oímos que algo estaba sucediendo en el corazón del bosque de los monos. Así que, a pesar de las restricciones, trepamos una valla y, en la oscuridad total, nos colamos en el Bosque de los Monos. Podíamos oír música gambalan, cánticos y tambores... y justo en el corazón del bosque hay un templo antiguo. Allí estaban sucediendo cosas extrañas, nos acercamos todo lo que pudimos... ¡Daba miedo! Si nos hubieran pillado, no sé qué habría pasado. Recuerdo ver un fuego, sombras que saltaban, humo de incienso y sacerdotes con vestimentas extrañas tocando campanas. Bromeé diciendo que parecía un sacrificio humano.

Entonces, un guardia de seguridad nos vio o escuchó algo y vino a ver, y corrimos de vuelta a la valla, con el corazón latiendo con fuerza, y escapamos.

En fin, este año, después de la emoción del desfile, estoy de vuelta en el hotel. Así que desde las 6 de la mañana del sábado hasta las 6 de la mañana del domingo, no hay internet, no se permite el acceso al exterior, puedo caminar por los terrenos del hotel y eso es todo. Me dicen que si hablo con otros huéspedes debo hacerlo en voz baja. Pero solo veo a un par de personas junto a la piscina leyendo libros. Nadie habla. Un día solo, en silencio absoluto, con vistas al Bosque de los Monos. La verdad es que fue increíble. Me dio un poco de pena cuando terminó, pero fui a desayunar a una cafetería local y varios lugareños que conocí en el camino me recordaron de la época de la pandemia. ¡Qué bien estar en Ubud!

Agitación... Si no tienen suficiente drama en el mundo con terremotos devastadores y actividad volcánica, ahora los aranceles de Trump están sacudiendo los sistemas financieros mundiales; quién sabe cuáles serán las consecuencias y cómo podrían afectarnos.

Les deseo un fin de semana maravilloso.

Más noticias y novedades desde Nepal la semana que viene.

Cuídense.

David